Terapia Regresiva
¿Por qué usar la terapia regresiva?
A veces en terapia psicológica hay traumas muy resistentes al cambio. Incluso teniendo en cuenta la historia personal del paciente, nos podemos encontrar con bloqueos o pautas de conducta muy difíciles de modificar. Es entonces cuando la terapia regresiva puede aportar información muy valiosa y promover esos cambios que tanto cuesta lograr.
¿En que consiste la terapia regresiva?
Durante una sesión de terapia regresiva, y usando la hipnosis como vehículo, el paciente puede recordar y revivir situaciones olvidadas. Esta experiencia ayuda a entender mejor las causas del problema psicológico que se está tratando, y muchas veces, hace que se pueda reorientar la visión del mismo y encontrar la solución.
Otras veces, el paciente revive situaciones en escenarios muy distintos a los de su vida actual. Durante dichas experiencias la persona reconoce y entiende mejor sus sentimientos y el porqué de sus patrones de actuación.
¿Pierde el paciente la consciencia durante la sesión?
Durante una sesión de hipnosis, el paciente no pierde en ningún momento la consciencia de lo que pasa durante la sesión. Es él quien recibe de primera mano toda la información que su mente le está desvelando. El terapeuta acompaña, pero nunca interfiere o interpreta la información que surge durante la sesión. De esta forma, el paciente puede conectar de forma directa con aspectos de su personalidad sin intermediarios. Es una experiencia en la que cada uno se encuentra cara a cara consigo mismo.
Si el paciente no tuviera recuerdo de la sesión, esta no sería útil. Si la terapia regresiva es terapéutica, es porque nos da más consciencia de nosotros mismos.
¿Realmente las experiencias que se tienen en la terapia regresiva son recuerdos de vidas pasadas?
Puede que la información que se obtiene en una sesión sean recuerdos de vidas pasadas, o puestas en escena que nuestra mente crea para explicar mejor cómo estamos viviendo el problema a tratar. Lo importante es que cuando nos dejamos impregnar por la experiencia, entendemos mucho mejor la naturaleza de nuestro problema, nos ayuda a reorientar la visión del mismo y accedemos a recursos psicológicos que parecían vetados antes de la regresión. Los cambios después de varias sesiones suelen ser muy significativos.
Creo que sería un error privarnos de una herramienta tan eficaz como esta por un problema de escepticismo. Afortunadamente no tenemos siempre que entender la naturaleza última de un fenómeno para poder disfrutar de sus beneficios. Podemos no saber exactamente qué es la electricidad, pero esto no nos impide disfrutar de ella. Puede que no comprendamos profundamente la naturaleza de la información a la que nuestra mente es capaz de acceder, pero que no sea esa la razón por la que no nos podamos aprovechar de la maravillosa ayuda que nos proporciona.
Creo que en el campo de la salud todos los esfuerzos son pocos, y a veces compensa usar métodos no académicos si con ello aliviamos el sufrimiento de un ser humano.
